viernes, 25 de octubre de 2013

Tiempo para mojarse

     Ambiente húmedo, cielo gris y gente corriendo. Sin duda, adoro los días de lluvia.
Cuando era pequeña los odiaba, pero cada vez que lo decía en alto mi madre comentaba "ay, cómo me gustan estos días". Y poco a poco, he ido acercándome a este pensamiento.
Y es que creo que con la edad, llegas a apreciar realmente lo que la naturaleza te regala.
Cuando llueve, es como que el tiempo te habla, las gotas caen cerca de ti y te susurran cosas al oído. Para mí son días de pensar, de tomar tiempo para reflexionar y sacar un hueco para ver la lluvia a través del cristal.

Admirar cómo caen las gotas y disfrutar de un paisaje que parece dibujado por un gran artista. Es cierto que estos días anuncian un poco de melancolía y a veces tristeza. Pero cuando sabes admirar estos momentos, te das cuenta que el mundo te está diciendo algo. Quizás sea un "párate un poco y siéntate a estar tranquilo", a organizarte tu camino y a marcarte tus objetivos. Porque seguramente en los días de sol, no tengas esa oportunidad. Estas tan alegre que no te paras a pensar si vas por buen camino, solo quieres salir ahí fuera y comerte el mundo.
A mi me encanta caminar por la calle y ver cómo se reflejan los edificios en los charcos. Se crea una nueva ciudad a mis pies.


El otoño tiene un sabor especial creando el ambiente perfecto para disfrutar de la vida. Son momentos de pasear, de respirar aire puro, de charlar en con una taza de café caliente...


Y por qué no, de mojarte un poco. Si dejas el paraguas un rato y permites a la lluvia caer encima tuya, sientes que estás vivo, a mí me recuerda a cuando de niña saltaba por los charcos como una loca sin reparar en si me mojaba o no, solo era feliz. 
A veces, hay que vestirse de niño pequeño y salir a jugar un poco, disfrutar lo que la vida nos regala, ya sea lluvia o sol. Hay que hacerle frente con la misma fuerza. Porque sino, la vida pasa ante nosotros, y nos habremos quedado sentado refunfuñando por el mal día que hace, comentando con el vecino el tiempo tan malo que estamos teniendo...



En Sierra Leona cuando llueve es un día importante porque pueden recoger agua para el resto de la semana. Sacan todos los recipientes que tienen a la calle y dejan que se llenen.
Las madres aprovechan para lavar a los niños, los llenan de jabón y con el agua que cae los van enjuagando. Es toda una fiesta porque no tendrán que ir lejos para conseguir agua, sino que "se la regalan del cielo".
Pensemos lo mismo que mi sabia madre y disfrutemos de estos días, que son parte de nuestra vida.
      ¡A por los charcos!

viernes, 11 de octubre de 2013

Esa teoría que confirmo cada vez que salgo a la calle

     Hay una teoría que siempre ha rondado mi cabeza, y cada vez que salgo a la calle, la confirmo.
Me encanta darme cuenta de lo parecidos que somos los humanos.
   Y es que cada uno es él mismo con sus circunstancias, pero... Realmente pienso que nos parecemos más de lo que creemos. Todos los humanos hemos pasado por tener sentimientos inexplicables, cuando esperamos nerviosos una llamada, cuando sentimos felicidad plena al recibir una buena noticia, cuando nos enamoramos y somos correspondidos, la sensación de alegría cuando suena el despertador y te das cuenta que es sábado ...! 
Y un sin fin de cosas que son realmente pequeños detalles que compartimos unos con otros. Porque todos hemos tenido ganas de cantar por la calle en un momento alegre, nos hemos reído recordando algún recuerdo divertido... todos hemos sufrido, a todos se nos ha caído el mundo encima y también cada uno de nosotros en sus momentos alegres ha tenido ganas de celebrarlo con los amigos.
   ¿Nunca te has emocionado mientras escuchabas una canción? o ¿ cuando vas conduciendo cantando? Esas veces que ves una película y te acuerdas de alguien especial. O cuando echas de menos a un amigo, cuando escuchas la voz de un ser querido, cuando recuerdas aquel juguete que te acompañó largos años de infancia, esas conversaciones con tus abuelos, o cuando sientes la brisa del mar en tu cara... Cuando vas caminando por la calle y justo te encuentras con esa amiga que tantas ganas tenias de ver... el sabor de un postre que adoras, un olor que te traslada a otro lugar, ¡una foto que olvidaste que habías guardado en aquel cajón y un día la encuentras por casualidad! O esas veces que te pones a buscar algo que no encuentras y te quedas perdiendo el tiempo encontrando otras cosas antiguas que te regalan recuerdos más que felices... cuando vas a un restaurante y justo en la carta está ese plato que te encanta, o cuando tomas una cerveza bien fresquita..cuando alguien te llama para darte las gracias, cuando te dan un abrazo a tiempo, cuando acaricias a un perrito por la calle, ¡cuando alguien te dice lo guap@ que estás hoy!, cuando te saludan con entusiasmo, cuando recibes un buen consejo, cuando ríes a carcajadas con un chiste que te cuentan...

Cuando paseo por la calle veo caras de alegría, que se mezclan con otras de preocupación, gente que va con prisas, gente que va a paso de tortuga, gente que habla por teléfono, otros que escriben por whatsap, otros que van pensativos... Todos y cada uno con su propia historia, lo bonito es que todos pasamos por los mismos sentimientos, teniendo buenos y malos momentos. Somos tan iguales que lo único que nos diferencia es que somos especiales aún siendo tan parecidos.

Creo que tendríamos que aprovechar esas veces que nos cruzamos unos con otros por la calle para sonreírnos y no tener en cuenta los "malos" gestos. Si un día te encuentra con alguien que tiene cara seria, ¡Regalale una sonrisa! Quizás esté pasando por una mala racha, una mala racha que tú también has tenido alguna vez y por ello entiendes esos sentimientos.. justamente por eso: ¡AYÚDALE! ¡REGALALE TU MEJOR SONRISA! Te aseguro que vale la pena porque otro día, serás tú quien haya tenido un bache, y quizás una pequeña sonrisa te recuerde que volverás a estar feliz, como esa personita que te cruzas y te sonríe.

Y al contrario, si te cruzas con alguien que sonríe ¡REGALALE OTRA SONRISA! Estás compartiendo con ella su felicidad, como te gustaría que compartieran contigo! 


viernes, 4 de octubre de 2013

When you are lucky...

     Suerte... VAYA PALABRA!

     Ayer mientras caminaba a toda prisa de vuelta a casa, alguien pasó por mi lado charlando y oí como afirmaba que la suerte no existía, pero unos minutos más tarde yo misma la encontré.

Resulta que como cualquier pequeño detalle de esta vida nuestra, tú tienes dos caminos, darle o no darle importancia. Llegaba algo tarde a casa, y fue entonces cuando me acordé que tenía que comprar una barra de pan, tan simple pero tan imprescindible. El problema fue que ya daban y media, y es la hora que cierra la pequeña panadería de mi calle. Fue entonces cuando corrí y por unos segundos pude colarme en la tienda, justo antes de que la verja comenzase a cerrarse.

¿Están cerrados? El panadero ya me conoce, aunque no suelo comprar mucho pan, de vez en cuando paso por allí para comprar alguna cosa olvidada. Me mira y me muestra un stand a sus espaldas vacío salvo por una última barra que allí estaba sola, como esperándome.

Se me dibuja una sonrisa en la cara y me dispongo a pagar cuando me acuerdo que olvidé sacar dinero!! Pero sin saber muy bien que hacían allí, encuentro exactamente 65 centímos en mi bolsillo. Justo 65, ni más ni menos. ¡Lo que valía el pan que allí estaba!  Quizás parezca una tontería, pero hasta el panadero soltó una carcajada y ambos nos reimos ante esta vida, y es que la suerte existe, solo hay que saber verla.
La suerte es la magia que está suelta por nuestro día a día. No creo que exista el destino, ni que todo pase por algo. pero sí que estoy segura que los efectos de esta magia se hacen notar y es por ello que prefiero cambiar la frase de "todo pasa por alguna razón" por " aprende de todo lo que pase". Si pasa, será para que aprendas, la experiencia es la mejor de las ciencias. Pero el "tiene que pasar" para mí carece de sentido, porque existen miles de cosas inexplicables y no creo que pasen por alguna razón, simplemente ocurren y nosotros debemos enfrentarnos a ellas.

Claro pero si contamos con el factor suerte, la vida se ve de otra manera. Suerte es cuando tienes prisa y justo se pone el semáforo en verde, o cuando ponen en un examen justo lo que mejor te estudiaste. O cuando enchufas la radio y por suerte están poniendo la canción que tanto te gusta.
Para mi la suerte es como pequeños regalos de la vida, que por supuesto no tienes que contar con ellos. Cuando la buscas no la encuentras, cuando la necesitas quizás venga, pero solo realmente los que se lo merecen, la suerte les brinda guiños todos los días, ¡aprovéchalos!



Y no hace falta que existan acontecimientos extraordinarios. La suerte está en los pequeños detalles de la vida, que para mí son lo realmente importante.

¿Pero la suerte ocurre así sin más? Es difícil la respuesta, quizás haya una parte que sí, la magia tiene ese misterio. La otra parte estoy realmente segura que depende de nosotros. Creo que todos tenemos un pequeño don especial y somos capaces de trasmitir suerte a los de nuestro alrededor. Cuando iba al colegio, los exámenes que mejor me salían eran los que aquella mañana antes de irme de casa, mis padres me deseaban buena suerte.

O cuando alguien piensa en ti, se preocupa para que todo te vaya bien, a veces en la lejanía... creo que podemos lanzar buena suerte con pensamientos buenos y alegres. Y no hace falta nada más que tener buenas intenciones y prestar ayuda "mental" a los demás. Fácil, ¿verdad?

¡¡¡Merece la pena ver esta magia y compartirla, sino la vida es menos bonita!!!