viernes, 11 de octubre de 2013

Esa teoría que confirmo cada vez que salgo a la calle

     Hay una teoría que siempre ha rondado mi cabeza, y cada vez que salgo a la calle, la confirmo.
Me encanta darme cuenta de lo parecidos que somos los humanos.
   Y es que cada uno es él mismo con sus circunstancias, pero... Realmente pienso que nos parecemos más de lo que creemos. Todos los humanos hemos pasado por tener sentimientos inexplicables, cuando esperamos nerviosos una llamada, cuando sentimos felicidad plena al recibir una buena noticia, cuando nos enamoramos y somos correspondidos, la sensación de alegría cuando suena el despertador y te das cuenta que es sábado ...! 
Y un sin fin de cosas que son realmente pequeños detalles que compartimos unos con otros. Porque todos hemos tenido ganas de cantar por la calle en un momento alegre, nos hemos reído recordando algún recuerdo divertido... todos hemos sufrido, a todos se nos ha caído el mundo encima y también cada uno de nosotros en sus momentos alegres ha tenido ganas de celebrarlo con los amigos.
   ¿Nunca te has emocionado mientras escuchabas una canción? o ¿ cuando vas conduciendo cantando? Esas veces que ves una película y te acuerdas de alguien especial. O cuando echas de menos a un amigo, cuando escuchas la voz de un ser querido, cuando recuerdas aquel juguete que te acompañó largos años de infancia, esas conversaciones con tus abuelos, o cuando sientes la brisa del mar en tu cara... Cuando vas caminando por la calle y justo te encuentras con esa amiga que tantas ganas tenias de ver... el sabor de un postre que adoras, un olor que te traslada a otro lugar, ¡una foto que olvidaste que habías guardado en aquel cajón y un día la encuentras por casualidad! O esas veces que te pones a buscar algo que no encuentras y te quedas perdiendo el tiempo encontrando otras cosas antiguas que te regalan recuerdos más que felices... cuando vas a un restaurante y justo en la carta está ese plato que te encanta, o cuando tomas una cerveza bien fresquita..cuando alguien te llama para darte las gracias, cuando te dan un abrazo a tiempo, cuando acaricias a un perrito por la calle, ¡cuando alguien te dice lo guap@ que estás hoy!, cuando te saludan con entusiasmo, cuando recibes un buen consejo, cuando ríes a carcajadas con un chiste que te cuentan...

Cuando paseo por la calle veo caras de alegría, que se mezclan con otras de preocupación, gente que va con prisas, gente que va a paso de tortuga, gente que habla por teléfono, otros que escriben por whatsap, otros que van pensativos... Todos y cada uno con su propia historia, lo bonito es que todos pasamos por los mismos sentimientos, teniendo buenos y malos momentos. Somos tan iguales que lo único que nos diferencia es que somos especiales aún siendo tan parecidos.

Creo que tendríamos que aprovechar esas veces que nos cruzamos unos con otros por la calle para sonreírnos y no tener en cuenta los "malos" gestos. Si un día te encuentra con alguien que tiene cara seria, ¡Regalale una sonrisa! Quizás esté pasando por una mala racha, una mala racha que tú también has tenido alguna vez y por ello entiendes esos sentimientos.. justamente por eso: ¡AYÚDALE! ¡REGALALE TU MEJOR SONRISA! Te aseguro que vale la pena porque otro día, serás tú quien haya tenido un bache, y quizás una pequeña sonrisa te recuerde que volverás a estar feliz, como esa personita que te cruzas y te sonríe.

Y al contrario, si te cruzas con alguien que sonríe ¡REGALALE OTRA SONRISA! Estás compartiendo con ella su felicidad, como te gustaría que compartieran contigo! 


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