miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡Mierda!(Con perdón), ¿ya es 31 de diciembre?

Buuf, ya es 31 de diciembre y yo aún no me he terminado el libro que llevo meses diciendo que antes de que acabe el año me acabo. ¿¡Por qué no lo dejé si es un tostón!?  
Tampoco he hecho el curso de diseño al que me inscribí… 
No volví al gimnasio después de perjurar y perjurar que iría al menos tres veces por semana.
Tengo que coser el botón de mi abrigo, se descosió en febrero y aún está esperando volver a su sitio. Cada vez que me pongo el abrigo digo “cuando vuelva a casa le coso el botón” pero nunca lo hago!!!


Tengo que ir a por el paraguas que dejé olvidado en casa de mi hermana. Tengo que limpiar el coche, fíjate que no me acuerdo de la última vez que dije “el coche lo voy a lavar una vez al mes” y creo que desde la última lluvia no ha pasado por agua.

Hace tiempo descubrí un restaurante de esos chulos para ir a cenar, y desde entonces sábado que pasa, sábado que digo “a ver si el que viene vamos a cenar allí” y nada.
También debí olvidar que me encanta ir en bici, porque la tengo en el trastero allí castigada no sé ya desde cuando.

Tuve que perder mi lista de objetivos para el 2014 y qué casualidad que hoy último día del año la he encontrado!! Era una misión imposible cumplir todo lo que allí apunté hace exactamente un año, es cierto que he cumplido muchos, pero se me olvidó cumplir el objetivo más importante: SER AUTÉNTICA.

Si me hubiera centrado en este punto, hubiera dejado el libro tostón y sin reparo hubiera cogido otro de los que a mí me gustan y no de los “best seller” tan de moda. O hubiera luchado por no dejar pasar los días, el frío no se me colaría por el cuello porque ya habría cosido el botón a mi abrigo.
Tenía que haber menos perjurado y más actuado, ¡¡Ahora estaría como un yogurín con mis tres visitas a la semana al gym!! También tendría un coche reluciente, en los que da gusto pasear!!  Tendría mi curso de diseño hecho y ya podría crear lo que quisiera! No me mojaría cuando llueve porque tendría mi paraguas y además hubiera disfrutado de una gran cena en un sitio que espero aún no hayan cerrado.



Moraleja, no dejes las cosas para el año que viene. Hazlo este día, o como mucho mañana mismo pero mejor en este momento.

Hoy en vez de arrepentirme por no haber cumplido mi lista de objetivos, me río de mí misma y por supuesto solo tengo un nuevo objetivo para el 2015: Ser más auténtica, que no me pare la vagancia, ni el olvido. ¡¡A por el 2015!!

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